El cambio del uso del gas a la electricidad por medio de cocinas de inducción es un proceso que deberá ser adoptado paulatinamente por parte de los ecuatorianos. El Gobierno, por su lado, ha comenzado con la dotación de la suficiente capacidad de dotación de energía, por medio de la construcción de nuevas hidroeléctricas. Y, además, ha calificado a las empresas privadas que elaborarán las nuevas cocinas, las que ahora ya están trabajando.
Era necesario que, finalmente, un gobierno tomara la decisión de cerrar la llave del subsidio al gas que consumía una importante parte del presupuesto del Estado. Resultaba irreal mantener un precio de $1,60 para un producto que ya bordea los $8 y la diferencia asumirla de los fondos públicos. Las economías se sanean eliminando este tipo de subsidios que distorsionan completamente las condiciones reales de un país. Y la alternativa que se ha tomado, de reemplazar el consumo de gas por la energía representa un reto importante para el Gobierno, sobre todo por los costos que representarán y por lo difícil que es cambiar de hábitos.
La información que se ha dado al respecto indica que el Gobierno subsidiará la compra de las cocinas de inducción, que no son baratas. Y que las primeras tarifas de consumo de electricidad, que crecerán notablemente con el uso del nuevo electrodoméstico, también recibirán la ayuda del Estado.
Aquello es importante recalcar, sobre todo por la preocupación que al momento existe en los sectores más pobres del país, acostumbrados a consumir un producto como el gas a un precio extremadamente bajo. Cabe señalar que estas cocinas de inducción solo podrán funcionar con instalaciones eléctricas de 220 voltios, que no existen en gran parte de las casas en Ecuador. Y el costo que representa este cambio deberá ser asumido por cada hogar, lo que implica un gasto adicional que muchas familias aseguran no estar preparadas para asumir. Debería comenzar, de inmediato, una campaña informativa por parte del Gobierno para despejar estas y otras dudas que tienen los ciudadanos ante el cambio que se viene.
El régimen se ha especializado en armar campañas publicitarias de gran impacto que han calado con su mensaje en otras temáticas. De manera que una campaña más, y de gran interés para la mayoría de la colectividad, vendría bastante bien.
El régimen se ha empeñado en el cambio de la matriz productiva y ha explicado que uno de los pasos a seguir con este objetivo es aprovechar la energía barata que se producirá con las nuevas hidroeléctricas. Los ciudadanos deben estar abiertos a cualquier renovación en ese sentido, pero requieren, de igual forma, estar debidamente informados y contar, los que no tienen recursos, con el apoyo estatal para integrarse a los nuevos objetivos.